Ampliando el piso de la jaula

Segunda Parte

por David Barsamian

Los Americanos han hablado de nuevo en las elecciones del 1996. Clinton dice que se trata de la venganza del "centro vital", que �l situa en alg�n punto entre "el liberalismo sobrecalentado y el conservadurismo fr�o". �Cual es su lectura de las elecciones?"

�Hubo alguna otra opci�n a parte del centro vital? Seg�n tengo entendido Clinton y Dole son republicanos moderados, representantes m�s o menos intercambiables de la comunidad de los negocios, afiliados de anta�o del gobierno. Quiz�s hab�a diferencias a nivel de personalidad. Tienen distritos electorales algo diferentes. Se comportan de forma ligeramente distinta. No creo que la elecci�n represent� un voto para el centro vital, fue precisamente un voto contra ello. Ambos candidatos eran impopulares. Poqu�sima gente esperaba algo de cualquiera de los dos. La participaci�n electoral toc� un m�nimo hist�rico. Creo que reflej� el sentimiento com�n de que el sistema pol�tico no est� funcionando.

 

En A trav�s del espejo de Lewis Carroll hay una pareja de personajes llamados Tweedledum y Tweedledee. Superficialmente parec�an bastante diferentes, pero no hab�a ninguna diferencia entre ellos. Ralph Nader ha hablado de Republicanos y Democr�ticos como de Tweedledum y Tweedledee.

Nunca hay mucha diferencia entre los partidos. Al fin y al cabo son dos partidos comerciales. Pero a lo largo de los a�os [esta diferencia] probablemente se ha ido estrechando. Seg�n mi opini�n el �ltimo presidente liberal fue Richard Nixon. Luego hubo conservadores derechos, como les decimos aqu�, empezando por Carter hasta el presente. Creo que esto refleja lo que est� pasando en la econom�a, en la vida social; es el reflejo de asuntos m�s generales. El tipo de actuaci�n liberal que se necesit� desde el New Deal hasta, digamos, Nixon, se hizo menos necesario con las nuevas armas de lucha de clases que se desarrollaron a comienzos de la d�cada de los setenta y que a lo largo de 15 a�os pasaron a ser lo que la prensa comercial, en una de mis frases favoritas, llama "la subyugaci�n del trabajo por parte del capital". En realidad dir�a a lo largo de 20 a�os. A esta altura ya se puede tirar la esponja. Es la historia est�ndard del capitalismo solidario. Se pone en pr�ctica el capitalismo solidario para menoscabar la democracia. Un modelo hist�rico est�ndard es que cuando la sociedad empieza a democratizarse un poco y la gente intenta hacerse cargo de algunos aspectos de sus asuntos y manejarlos, si esto no se puede parar la pr�xima reacci�n normal es la de decir, bueno, no os preocupeis de esto, lo arreglar� yo para vosotros. La suerte que tenemos. Un ejemplo cl�sico es lo de Flint, Michigan, a comienzos de este siglo. Flint era el centro de General Motors, en el coraz�n de la revoluci�n del autom�vil. Al rededor de 1910 hab�a una buena medida de organizaci�n popular, socialista y laboral. Hab�a planes para hacerse realmente cargo de las cosas, para manejarlas autonomamente, apoyar a los sindicatos, desempe�ar democraticamente los servicios p�blicos. En esa �poca Flint era una ciudad de GM. Por supuesto, a la rica comunidad de los negocios todo esto le molestaba. Significaba que [Flint] no se quedar�a como una ciudad de empresa durante mucho tiempo m�s. Al final decidieron salirse con lo de la l�nea progresista, es decir, todo lo que estan haciendo es correcto. Presentaremos a un candidato que apoyar� y har� todas estas cosas. Podemos hacerlo mucho mejor porque tenemos todos esos recursos. As� que nos encargaremos del asunto. �Quereis un parque? Muy bien. Votad para el candidato de la compa�ia. �l pondr� el parque. Mirad los recursos que tenemos y nuestro acumen comercial. Y eso triunf�. El despliegue de recursos fue tal que socav� y elimin� las estructuras democr�ticas y populares incipientes, y de hecho hubo capitalismo solidario hasta el momento en que no lo necesitaron m�s. Cuando no necesitaron m�s esa arma, la abandonaron.

Durante la Depresi�n hubo muchas luchas populares. Se conquistaron derechos. Se extendieron. Hab�a un movimineto sindical. Hab�a otras presiones. Inmediatamente despu�s de la segunda guerra mundial empezaron los ataques contra todo esto. Pero esto necesit� tiempo. M�s o menos en la d�cada de los cincuenta se estuvo consiguiendo, pero en los sesenta hubo mucho m�s fermento y ah� hubo programas nuevos, la Lucha contra la Pobreza, cosas que sal�an del movimiento para los derechos ciudadanos. A comienzos de la d�cada de los setenta el ataque del mundo de los negocios estuvo alcanzando una nueva estatura y ten�a armas nuevas. Olv�date del contrato social. Olv�date del capitalismo solidario. Lo estamos tirando a la basura desde el momento en que lo pusimos en marcha. Lo que pas� desde entonces es mucho. La poblaci�n lo sabe. La poblaci�n reconoce que los partidos pol�ticos no la reconocen. En este momento se ha alcanzado una desafecci�n enorme.

Hay cosas interesantes acerca de la desafecci�n. M�s que nada se dirige contra el gobierno. En realidad no sabemos si se dirige contra el mundo de los negocios, porque no es �ste el tipo de cosas que se preguntan en las encuestas. Recuerden que la propaganda de los negocios est� calculada para dirigir tu atenci�n hacia el gobierno, no hacia los negocios. La imagen t�pica de la propaganda comercial a partir de la segunda guerra mundial ha sido: estamos todos juntos. Vivimos en harmon�a. Joe-Confecci�n-De-Seis, su fiel mujer, el ejecutivo que trabaja duro, el banquero amable, somos todos una gran familia feliz. Y luego hay esos tipos malos ah� afuera que intentan disturbar nuestra armon�a, como los organizadores de los sindicatos y el gobierno. Pero intentaremos juntarnos todos y deferndernos contra ellos. Esta es la imagen que se presenta en todos lados. Y es comprensible. Se est� fingiendo que hay armon�a de clase entre la persona con el martillo y la persona a qui�n se le est� pegando en la cabeza.

En realidad la actitud es ambivalente. Hay que eliminar los aspectos populares del gobierno, los tipos de gobierno que permiten la participaci�n. Pero los llamados conservadores quieren un Estado muy poderoso, un Estado que trabaje para ellos y se sustraiga al control p�blico. Hay que hablar de minimizar el Estado y potenciar el Pent�gono, porque el Pent�gono es el embudo para los subsidios a las industrias de alta tecnolog�a. Esta es una l�nea dificil de seguir. Pero mientras no haya muchos obst�culos a nivel de debate p�blico, te puedes salir con la tuya. As� la gente odia al gobierno. Lo que prueben acerca del poder comercial no est� claro.

 

Una encuesta reciente ha mostrado que el 11 por ciento de los Americanos siente que las grandes empresas tienen demasiada influencia en el sistema pol�tico.

Si se miran esas encuestas, algunas son extra�as. El 95 por ciento de la gente piensa que "Las grandes empresas de vez en cuando tendr�an que sacrificar una parte de las ganancias a favor de los trabajadores y la comunidad". Esta es la forma en que se hizo la pregunta. Muestra un sentimiento abrumador. Nunca se pueden obtener n�meros como �sos en las encuestas a no ser que haya halgo profundamente equivocado. Por otra parte, observa que a�n hay un llamamiento hacia el capitalismo solidario. Est� muy lejos de lo que los trabajadores ped�an hace, digamos, 150 a�os justo aqu� en Boston. Escrib� algo sobre este tema en Z hace un par de meses. En aquella �poca la cuesti�n no era tan ben�vola: dadnos un poco de sus ganancias. Era: vosotros no teneis el derecho a gobernar. Nosotros tendr�amos que ser due�os de la f�bricas. Un aut�crata ben�volo tratar� siempre de hacer que la autocracia aparezca necesaria. La �nica opci�n es: �ser� un aut�crata duro o ser� un aut�crata ben�volo? Obviamente el sistema de propaganda quiere que haya la misma actitud con respecto a los aut�cratas contempor�neos. Por lo tanto el mundo de los negocios puede ser un poco m�s simp�tico y tal vez no haya tanta solidaridad empresarial, pero s� hay m�s capitalismo solidario y la estructura autocr�tica debe quedar. No se permite cuastionar esto. Es distinto respecto al pasado, cuando por supuesto se cuestionaba, y con raz�n.

 

La participaci�n electoral en las elecciones de 1996 ha sido del 49 por ciento, la m�s baja desde 1924.

En realidad es la m�s baja en absoluto – el 1924 es enga�oso porque fue el primer a�o en que las mujeres ten�an permitido votar. Vot� un porcentaje tan bajo del electorado porque muchas mujeres no votaron esa primera vez. Pero si tomamos una imagen m�s realista, es el porcentaje m�s bajo que ha habido nunca.

 

El otro rasgo es que se gast� en la campa�a m�s dinero que nunca. Por lo que sabemos, 1,6 billones de d�lares.

Como resalt� un comentador de la televisi�n, esta no fue una convenci�n, fue una coronaci�n. Es otro paso m�s hacia la eliminaci�n de cualquier elemento funcionante que pueda haber en la democracia formal.

 

Otro comentador ha dicho que las elecciones equivalieron a una subasta que fue al postor m�s elevado.

No insinuar�amos que alguna vez fue tan distinto a eso, pero s�, se le parece, y se le parece como parte de estas tendencias generales. Por otra parte, si hay una organizaci�n sindical constituyendose, organizaciones de base desarrollandose y gente que presiona, cambiar�.

 

Ahora hay alg�n llamamiento para una "reforma del financiamiento de las campa�as".�Cu�l es su opini�n sobre esto?

No estar�a mal, pero no tendr� grandes efectos. Hay demasiadas formas de hacer trampas. Es como intentar fingir de parar las drogas. Hay tantas maneras de introducir drogas que esto siempre va a seguir ocurriendo. No creo que el problema real sea el financiamiento de las campa�as. El problema real es el poder abrumador de las tiran�as empresariales en el gobierno de la sociedad, y el financiamineto de las campa�as no va a cambiar eso.

 

En Agosto de 1996 el presidente firm� algo llamado "Decreto de Responsabilidad Personal y Oportunidad de Trabajo", que elimin� un compromiso gubernamental con los pobres viejo de 61 a�os. S� que Usted coment� que ese compromiso siempre hab�a sido muy limitado y que hab�a deca�do abruptamente desde aproximadamente 1970.

Desde cuando empez� el ataque.

 

La redacci�n deber�a gustarle.

La redacci�n es excelente. Dice que los ni�os de 7 a�os deben tener responsabilidad personal y que ahora tienen una oportunidad de la que antes hab�an sido privados, la oportunidad de morir de hambre. Se trata simplemente de otro ataque contra la gente indefensa. Ahora se palpa: "Bien, okay, podemos patearles en la cara". Esto tambi�n se basa en una propaganda muy eficaz para hacer que una gran parte de la poblaci�n odie y tema a los pobres. Es astuto. No se quiere que se fijen en los ricos. No dejen que le echen un vistazo a las p�ginas de Fortune y Business Week donde se habla del "deslumbrante" y "estupendo" crecimiento de las ganancias. No dejen que miren a la forma en que el sistema militar est� vertiendo fondos en la tecnolog�a avanzada. Se supone que no deber�as hacerlo. Lo que se supone que tendr�as que mirar es a la madre negra conduciendo un Cadillac y cobrando su cheque de asistencia p�blica para poder tener m�s hijos. �Por qu� tendr�a yo que pagar para eso? Se hizo de forma muy eficaz. De nuevo es evidente cuando miras las actitudes. Mucha gente piensa que el gobierno tiene la responsabilidad de asegurar est�ndards razonables, est�ndards m�nimos para los pobres. Por otra parte mucha gente est� en contra de la asistencia p�blica, que hace exactamente esto. Es un logro propagandista que hay que admirar.

A prop�sito, hay otro aspecto de esta cuesti�n sobre el cual se discute mucho menos y que sin embargo es bastante crucial. Uno de los prop�sitos del hecho de llevar a la gente hacia el trabajo y lejos de la asistencia p�blica es [el camino] hacia salarios m�s bajos. Recordemos que se supone que exista una tasa de desempleo natural. No se nos permite ir debajo de esa tasa de desempleo u ocurrir� cada clase de cosas terribles. Podemos hablar de eso. Pero si damos por hecho que esto es cierto, deber�amos pagar paga que esa gente se quede en la asistencia p�blica. Est�n manteniendo alta la tasa de desempleo. Supongamos de meterlos en el mercado laboral. �Qu� pasar�a? Presumiblemente consiguir�an trabajos. Si consiguen trabajos la tasa de desempleo baja. Terrible. Si no consiguen trabajos har�n bajar los salarios. De hecho har�n bajar los salarios tambi�n si consiguen trabajo. Est� pasando ya. En Nueva York los servicios ciudadanos ahora est�n usando programas de trabajo parcialmente subvencionados, lo que simplemente elimina la mano de obra sindicalizada. Es una buena manera de hacer sufrir a todos. De tal manera pon a un mont�n de mano de obra no calificada y desesperada en un puesto de trabajo, haz las condiciones tan horribles que la gente tomar�a virtualmente cualquier cosa, consiguete tal vez alg�n subsidio p�blico para mantenerla haciendo eso, y as� puedes hacer bajar los salarios.

 

Hay una campa�a para socavar la confianza p�blica en la Seguridad Social.

Una buena parte de la discusi�n acerca de la Seguridad Social es bastante fraudulenta. Tomemos la cuesti�n de su privatizaci�n. Es un no-asunto. Si la gente cree que para la Seguridad Social ser�a mejor invertir en la bolsa en lugar que en, digamos, bonos del tesoro p�blico, esto se puede hacer tanto si es p�blica como si es privada. Creo que el objetivo principal es realmente �l de privatizarla, es decir, hacer que la gente se haga cargo de sus propios fondos individuales en lugar de tener la solidaridad que resulta del hecho de hacer algo juntos. Es extremadamente importante destruir el sentimiento de que yo tengo alguna responsabilidad hacia el pr�ximo. Lo ideal es una sociedad basada en una unidad social constituida por t� y tu televisor, sin nada que ver con las dem�s personas. Si la persona de la puerta de al lado ha invertido mal sus fondos y ahora se est� muriendo de hambre en su edad avanzada, bueno, no es mi responsabilidad.

La Seguridad Social era algo que juntaba a la gente. Dec�an, tendremos una responsabilidad com�n para asegurar que todos nosotros tengamos un est�ndar m�nimo de vida. Esto es peligroso porque implica que la gente puede trabajar junta. Si podemos trabajar juntos, entonces podemos, por ejemplo, substituir la tiran�a de las grandes empresas por un control por parte de los trabajadores. Podemos involucrarnos en el proceso democr�tico y tomar nuestras propias decisiones. Mucho mejor crear una mentalidad en la cual cada persona se porta bien individualmente. El poderoso vencer�. El pobre ser� hecho pedazos. No habr� ninguna solidaridad ni comunicaci�n ni apoyo mutuo ni se compartir� la informaci�n, nada de esas cosas que podr�an conducir hacia la democr�cia y la justicia. Creo que esto es lo que se oculta detr�s de la propaganda sobre la Seguridad Social. Los dem�s asuntos son t�cnicos y cualquier sentido que puedan tener, probablemente no ser� mucho. Una tasaci�n s�lo un poquito m�s progresiva podr�a mantener la Seguridad Social funcionando como est� funcionando por un futuro indefinido.

 

Dwayne Andreas, director general de Archer Daniels Midland, la Decatur, el gigante de los cereales con sede en Illinois, dice: "No hay ni un grano de nada en el mundo que se venda en el mercado libre. Ni uno. El �nico lugar donde se ve un mercado libre es en los discursos de los pol�ticos". Normalmente los managers tienen cuidado con lo que dicen.

�Con qui�n estaba hablando?

 

Esto se cit� en Mother Jones y Multinational Monitor.

Bueno pero, �con qui�n estaba hablando?

 

No s�. �Internamente?

Me imagino. Esta no es la clase de cosas que se dicen en p�blico. Pero naturalmente es cierto. Tomemos lo que se llama "comercio". Es el ejemplo m�s dram�tico. Aproximadamente el 50 por ciento del comercio estadounidense en realidad es interno a una �nica grande empresa. Por ejemplo, si la Ford Motor Co. env�a una pieza de Indiana a Illinois, a esto no se le dice comercio. Si la env�a de Illinois al norte de M�xico se le dice comercio. Se le dice exportaci�n cuando sale e importaci�n cuando vuelve. Pero todo esto se maneja centralmente de una forma que menoscaba los mercados, dise�ada para el prop�sito obvio de explotar a la mano de obra m�s barata, evitar los reglamentos sobre medio ambiente y jugar con el asunto de d�nde pagar los impuestos. Esto representa aproximadamente el 50 por ciento del comercio estadounidense. En Jap�n es m�s o menos igual. En Inglaterra es a�n m�s alto. Cuando la gente habla del crecimiento del comercio mundial, lo que est� hablando es en gran parte un chiste. Lo que est� creciendo son interacciones complicadas entre instituciones manejadas centralmente que se encuentran a nivel de economias de comando. Entre ellas no hay libre comercio; hay varias relaciones oligop�licas. Pero no estoy de acuerdo con esta persona cuando dice que no hay libre comercio. El libre comercio existe para los ni�os de 7 a�os y los pobres del Tercer Mundo. Para ellos, libre comercio. Tienen que responsabilizarse.

Hace poco hubo en Inglaterra un estudio interesante hecho por dos economistas t�cnicos que estudiaron las primeras 100 grandes empresas trasnacionales de la lista de Fortune. Una cosa que descubrieron fue que de las primeras 100, cada una se hab�a beneficiado de la pol�tica industrial de su pa�s. Dicen que al menos 20 de las 100 no habr�an sobrevivido si no hubiese sido por la adquisici�n por parte del Estado o por subsidios estatales de gran tama�o en momentos en que se enfrentaban con p�rdidas. As� que muchas de ellas dependen muy pesadamente del mercado interno. Una de ellas es Lockheed, la favorita de Newt Gingrich, que fue salvada de la destrucci�n mediante un pr�stamo de 2 billiones de d�lares subsidiado por el gobierno cuando se hallaba frente al desastre all� por el comienzo de la d�cada de los setenta. Bueno, esto nos dice d�nde se encuentra el libre mercado. Si esto es cierto, las multinacionales son invariablemente dependientes del Estado, es decir del p�blico de su sociedad nacional, para seguir funcionando. No se van a enfrentar con los riesgos del mercado.

 

En The Nation hay un art�culo de fondo titulado "Eurobatalla: Atacando al Estado solidario".Est� escrito por Daniel Singer. Dice que "Lo que est� en juego es el intento inequ�voco de la clase dirigiente internacional y de los gobiernos continentales de usar toda esta operaci�n como una cobertura para adaptar el modelo estadounidense de reaganomics. Su resultado es importante para todos los Americanos, en particular aquellos que no se resignan a su actual situaci�n dif�cil. Hay se�ales evidentes de resistencia en Europa". Hubo demostraciones mas�vas en Francia, Alemania e Italia. El 25 de Octubre 250.000 Canadienses se reunieron en Toronto para protestar contra lo que est� pasando aqu� en la pol�tica social. Es el uno por ciento de la poblaci�n total de Canad�.

Yo tendr�a cuidado con usar frases como "reaganomics", porque es un fraude. Reagan no sab�a qu� estaba pasando, pero la gente alrededor suyo era la m�s proteccionista de la historia americana de la posguerra. Practicamente duplicaron varias restricciones a la importaci�n. Vertieron dinero en la tecnolog�a avanzada. De no haber sido por su maciza interferencia en el mercado, probablemente hoy no habr�a en Estados Unidos industrias de autom�viles ni de acero ni de semiconductores. Esta es la reaganomics. Estaban predicando el libre mercado a los pobres, pero por otro lado James Baker, cuando era secretario del tesoro, se jactaba con el mundo de los negocios de que ellos hab�an levantado una protecci�n m�s alta que cualquier gobierno antecedente.

 

En Francia actualmente hay menos trabajadores sindicalizados que en Estados Unidos, donde el nivel ya est� muy bajo. Sin embargo el apoyo a las huelgas generales francesas que inmovilizaron a las ciudades y en un momento dado al pa�s entero en Diciembre de 1995 fue extraordinariamente alto. �Como se explica esto?

Hay un mont�n de diferencias. Un factor es el poder de la propaganda comercial en Estados Unidos. Este es el pa�s donde se desaroll� la industria de las relaciones p�blicas y donde �sta es m�s sofisticada. Es la patria de la industria internacional del entretenimiento, que es principalmente propaganda. Se emplean fondos enormes para controlar a la "mente p�blica", tal como lo hacen. Aunque no haya una sociedad capitalista, y una sociedad de este tipo no podr�a sobrevivir, �sta se mueve hacia un final capitalista y tiende a ser m�s gobernada por los comercios que otras, en el sentido que hay una cantidad enorme de gastos en marketing, lo que es una forma de manipulaci�n y enga�o. La estimaci�n m�s reciente que v� es que algo como la sexta parte del producto interno bruto se va en marketing. Una gran parte de eso es publicidad. La publicidad se puede deducir de los impuestos, as� que uno paga por el privilegio de ser manipulado y controlado. Todo esto es extraordinariamente desarrollado aqu�. Las socialdemocracias como, digamos, Suecia, tienen grandes multinacionales. La econom�a de Suecia se apoya muy pesadamente en algunas de ellas. Como la mayor�a de los grandes exportadores dependen de los subsidios p�blicos y, particularmente en Suecia, de la industria militar. Parece que la industria militar suministr� gran parte de la tecnolog�a que permiti� a Ericsson de dominar una buena parte del mercado de los tel�fonos m�viles. Mientras tanto el Estado solidario sueco ha sido reducido. A�n est� mucho m�s all� de nosotros, pero lo redujeror mientras aumentan las ganancias de las multinacionales, que han sido subsidiadas publicamente. Esa es Suecia. Esto es Estados Unidos. Son sociedades y formas de ver las cosas diferentes. Pero los mismos procesos est�n en marcha globalmente.

 

�Estuvo Usted siguiendo la nuevas formaciones politicas nacionales? El Partido Laborista tuvo su asamblea constituyente en Cleveland en Junio 1996. La Alianza tuvo su asamblea constituyente en Texas en Noviembre 1996. El New Party ya est� fundado y presenta candidatos. Ralph Nader se candidate� de presidente en la lista del Partido Verde.

Por cierto hay nuevas formaciones en desarrollo, Tendr�an que unirse. No es una buena idea dispersar energias y recursos muy limitados. Pero en general es una buena idea permitir que nuevas opciones ingresen al sistema pol�tico. Creo que probablemente la manera correcta de hacerlo podr�a ser la manera en que se ha desarrollado el New Party, con candidatos de fusi�n que se concentran en elecciones ganables. Pero un partido basado en los trabajadores tambi�n es una idea �ptima. Tendr�an que ser el mismo partido. Tienen los mismos intereses. Si se puede crear algo que sea como el NDP de Canad� o como el Partido de los Trabajadores de Brasil, grandes organizaciones coordinadoras que fomentan y apoyan actividades de base, brindan recursos, unen a la gente, suministran un marco en el cual muchas veces pueden llevarse a cabo actividades paralelas, participan lo m�s posible del sistema pol�tico, esto va a ser bueno. Y puede representar un progreso hacia algo m�s. No triunfar� sobre el hecho que tenemos a un partido comercial y que �ste manejar� cosas, porque esto tiene sus raices en la estructura de las instituciones. No saldremos de eso hasta el momento en que democratizemos las instituciones de base.

 

Cuando hacemos algo, �debemos tener una idea clara acerca del objetivo de largo plazo para dise�ar una estrat�gia?

Se aprende intentando. Intentando nuevas maneras de pensar en el pr�ximo paso. No se puede partir ahora, con las cogniciones actuales, y decir bueno, ideemos una sociedad libertaria. Hay que crear la cognici�n y alcanzar la comprensi�n que permite moverse paso a paso hacia el final. Es como en todos los dem�s aspectos de la vida, o de la ciencia, por esta raz�n, que la estrat�gia es hacer m�s y aprender m�s, descubrir las respuestas y descubrir maneras de asociarse con otra gente y crear a las instituciones. De estas respuestas surgen nuevos problemas, nuevos m�todos, nuevas estrat�gias. Si alguien se presenta con una estrat�gia general para cualquier uso todo el mundo estar� muy contento. No ocurri� en el �ltimo par de milenios. As� que si uno mira la literatura marxista, no ofrece ninguna estrat�gia de este tipo. Si, pongamos, se le hubiese preguntado a Marx, �Cu�l es la estrat�gia para abatir el capitalismo?, se habr�a re�do. Hasta alguien como Lenin, que era m�s que nada un t�ctico, no ten�a estrat�gias integrales de este tipo. Su estrat�gia general era, seguidme. Supongo que esto sea un tipo de estrat�gia. Pero Lenin, Trotsky y otros justamente adaptaron las estrat�gias a las situaciones particulares, a las circumnstancias, buscando su propio objetivo: tomar el poder estatal. No creo que �ste tendr�a que haber sido su objetivo. Pero, �c�mo podr�a haber una respuesta a la cuesti�n de una estrat�gia general para abatir instituciones autoritarias? No hay. De hecho creo que estas preguntas las hacen sobre todo las personas que no quieren ser involucradas. Si uno quiere involucrarse y lo hace, tiene abundancia de problemas sobre los cuales trabajar, con cualquier cosa se empiece, ni�os hambrientos, o la destrucci�n del medio ambiente, la p�rdida de seguridad en el lugar de trabajo, los subsidios p�blicos a empresas transnacionales enormes, y podemos continuar. Pero no va a ocurrir apretando un bot�n. Ocurirr� con un trabajo dedicado y concentrado que ir� construyendo despacio una cognici�n, unas relaciones entre la gente, unas percepciones, los sistemas de apoyo, las instituciones alternativas etc�tera. Entonces s� que puede ocurrir algo. Pero para eso no hay ninguna estrat�gia general para cualquier uso.

 

Urvashi Vaid, autora de Virtual Equality, castiga lo que ella llama la "izquierda purista" porque espera la visi�n perfecta, la �nica respuesta, y un l�der carism�tico. Algo que escucho cuando viajo por el pa�s es la �nica gran soluci�n, el internet.

Estoy de acuerdo con esa postura cr�tica. Esperar a un l�der carism�tico es pedir el desastre. Por lo que se refiere al internet, habr�a que tomarlo en serio como otras tecnolog�as. Tiene muchas oportunidades, muchos peligros. Creo que en este momento se encuentra en una fase crucial. Bob McChesney destac� que el efecto del decreto sobre telecomunicaciones del a�o pasado es parte del remate de recursos p�blicos m�s grande de la historia. En cuanto acci�n de privatizaci�n, es decir entrega de recursos publicos al poder privado, no tiene hom�logos. Ni siquiera hubo pagos nominales como los hubo, digamos, en las privatizaciones de M�xico. Demuestra tambi�n algo importante, que esta cuesti�n no fue tratada como una cuesti�n social y pol�tica. Fue tratada como una cuesti�n comercial. Tanto que se ley� de eso en las p�ginas comerciales. La cuesti�n de si tenemos que regalar estos recursos p�blicos no se discuti�. Todo lo que se discuti� fue el c�mo tenemos que regalarlos. �Los regalaremos a 5 megacorporaciones o a 12 megacorporaciones? Pero no: �Los regalaremos? Esta es una tremenda victoria de la propaganda.

Aqu� tenemos este enorme recurso construido con gastos p�blicos que ahora se entrega al poder privado, que tiene sus obvios intereses, es decir crear una sociedad basada en unidades sociales que consisten en t� y tal vez tu conexi�n al internet. Claro, tienen motivos muy buenos de querer esto. Pero, �nosotros lo queremos? Se podr�a usar el internet para cada clase de otras cosas, si se quedara bajo el control p�blico. As� que desde luego el internet no es la respuesta. Es importante. Por supuesto que las maneras de comunicarse e interactuar son importantes. La estampa es importante. La radio es importante. La televisi�n es importante. Este medio de comunicaci�n e interacci�n es importante y puede usarse muy eficazmente y para prop�sitos muy buenos, y de hecho as� ha sido. Pero tambi�n puede usarse de forma muy destructiva. Normalmente la tecnolog�a es as�. No se puede preguntar si un martillo es bueno o malo. Ponlo en las manos de un torturador y puede ser malo. Ponlo en las manos de alguien que est� intentando construir una casa y puede ser bueno. El internet es lo mismo.

Por otro lado, el comentario que citaste antes, no os quedeis sentados esperando a un l�der carism�tico y por ende a una gran estrat�gia, es un buen consejo. Si esto llega ser� un desastre, como lo ha sido siempre. Si algo se origina a partir de la acci�n y la participaci�n popular, puede ser sano. Quiz� no lo ser�, pero al menos puede serlo. No hay otra manera.

 

Pero Usted tradicionalmente consider� las estrat�gias verticalistas como siempre intrinsecamente destinadas a la ruina.

Pueden tener �xito en hacer exactamente aquello para lo cual est�n dise�adas, es decir, mantener el liderazgo verticalista, el control y la autoridad. No tuvo que ser una tremenda sorpresa para nadie el hecho que un partido vanguardista terminara siendo un Estado totalitario. De hecho Trotsky lo hab�a previsto a�os antes que decidiera jugar seg�n las reglas convenidas.

 

Estuve hablando con Howard Zinn acerca de c�mo ocurre el cambio social. �l sugiere que necesitamos reconceptualizar el tiempo en t�rminos de cambio social, comparando �ste con un esprinter frente a un corredor de larga distancia. �Qu� piensa Usted de esto?

Tiene raz�n. No s� si lo estaba pensando, pero es muy evidente durante la d�cada de los sesenta en una parte del movimiento estudiantil. De alguna manera surgi� de repente. No hab�a una izquierda organizada, bien establecida y con bases populares a la que pudiera sumarse. As� que el liderazgo a veces fue asumido por gente muy joven, muchas veces gente muy simp�tica y modesta que luego iba a hacer algo. Lo que quer�an hacer es evidente. No s� hasta qu� punto t� fuiste parte de eso. Muchas veces la percepci�n era bastante a corto plazo. Recuerdo que en la �poca de la huelga de la Columbia University su concepci�n era, para muchos de ellos, no para todos, nos declararemos en huelga en la Columbia y cerraremos los edificios durante un par de semanas. Luego tendremos la revoluci�n. Una gran parte del esp�ritu de 1968 era as�. No es as� que funcionan las cosas. Fue un desastre para la gente involucrada. Dej� atr�s un triste legado. Hay que construir despacio y asegurar que el pr�ximo paso proceda de una base que se haya ya establecido en la comprensi�n de la gente, en sus percepciones y sus actitudes del uno hacia el otro, su concepci�n de lo que quieren lograr y de las circunstancias en que se puede lograr. Por ejemplo, no tiene absolutamente ning�n sentido exponer a t� mismo y a otros a la destrucci�n si no tienes una base social donde puedes proteger los logros que conseguiste. Esto se pudo comprobar una y otra vez en movimientos guerrilleros, en movimientos populares y en otras partes. Te quedas aislado por el poderoso.

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